La contestación a esta pregunta, está relacionado directamente al tiempo que dedicas a mirarte al espejo.
Si te gusta lo que ves, seguro que no te importa recrearte en tu imagen, porque te hace sentir bien, te empodera, te da fuerza para salir a la calle y comerte el mundo, afrontar tus retos, relacionarte con los demás, compartir con el mundo todo lo que sabes o tienes, cara a cara…
Al contrario, si no te gusta lo que ves, evitarás ese encuentro con el espejo, o reducirás ese espacio de tiempo al mínimo, porque prefieres no enfrentarte a lo que no te gusta y piensas que si no lo ves…no existe.
Perdiendo así la visión de la realidad y con ello la oportunidad de cambiarla o mejorarla en beneficio propio, porque no nos engañemos…
El amor a nosotros mismos y el tiempo que dediquemos a cuidarnos, mejorar, amarnos…es el regalo más importante y beneficioso que podemos hacernos, pues la imagen que tenemos de nosotros mismos va a condicionar las decisiones que tomamos en el día a día y consecuentemente, nos llevará hacía unos resultados u otros.
Resultados que siempre afectarán para bien o para mal, a nosotros mismos en primer lugar.
Por ello es importante el dedicar ese tiempo de observación y reflexión frente al espejo, para tomar conciencia de quién eres, y si lo que ves, te gusta o no, si quieres mejorarlo o no, si te empodera o te limita en tu vida diaria…
Te invito a que lleves acabo ese ejercicio, y si te apetece compartas tu experiencia en los comentarios.
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